miércoles, 20 de mayo de 2015

Cruz Blanca

Un paraje a mitad de camino entre Serón y Tíjola


Durante el siglo XVII la diócesis de Almería estuvo estructurada en seis vicarias. Una de ellas era la vicaría de Serón  que incluía, entre otras villas y lugares, a Tíjola, Armuña y Bayarque.  El paraje conocido como Cruz Blanca, perteneciente al término municipal de Tíjola, debe su nombre a una cruz de mármol blanco de Macael que fue mandada poner, entre 1634 y 1638, por el Doctor Thomas Marín de Arriola, vicario de Serón desde 1622 hasta 1640.

Rúbrica de Thomas Marín de Arriola
Thomas Marín era natural de Tíjola y obtiene el título de Comisario del Santo Oficio de la Inquisición en 1625, siendo un gran devoto de la Santa Cruz. En 1633, coincidiendo con la reconstrucción del templo parroquial de Serón, encarga varías cruces de mármol en pedestal a Domingo Tiseras, cantero de Macael. Una de ellas manda colocarla a “mitad de camino” entre Serón y Tíjola.  Así se desprende de la Memoria perpetua que dejó fundada en su testamento[1], otorgado el 4 de diciembre de 1640, ante el escribano público de Serón. 

“Quiero y es mi voluntad por la devoción que tengo a la Santa Cruz, todos los años en la víspera de la Santa Cruz de mayo, vayan a la cruz que yo he puesto de mármol en la mitad la legua que hay desde esta villa (Serón) a Tijola, los dos beneficiados de esta villa y su sacristán y los beneficiados de Tíjola y sacristán y digan  vísperas solemnes y luego al día siguiente, en sus iglesias, los dichos beneficiados digan una misa cantada a la Santa Cruz con un responso por mi ánima y se le den de limosna, por la ida y vuelta y la misa, a cada beneficiado dos ducados y cada sacristán un ducado de limosna”.

La Cruz de Mayo estaría ubicada en las proximidades de la actual ermita de San Isidro (1957). Desde ese momento, el paraje empieza a ser identificado con la Cruz y referenciado en términos de cruz “blanca”. 

Ermita de San Isidro en la barriada de Cruz Blanca-Villegas-Los Porteros

La cruz tuvo que ser muy parecida a la que actualmente se encuentra frente a la ermita de Nuestra Señora del Socorro, en Tíjola.

La transcripción del  texto que aparece en su pedestal es:

 “ESTA CRUZ MANDO/ HACER EL DOCTOR/ THOMAS MARIN DE/ ARRIOLA NATURAL/ DE TIJOLA  COMISARIO DEL SANTO OFICIO DE LA INQUI/ SICION BENEFICIA/DO Y VICARIO DE LA/ VILLA DE SERON/ CON LAS DEMAS DE / SU PARTIDO. / AÑO DE 1634.

Florencio Castaño



[1] AHPAL  Pr. 4152.

sábado, 2 de mayo de 2015

San Marcos y Nuestra Señora de la Cabeza

Protectores de los labradores y ganaderos de Serón (Almería)

Con el reparto de tierras realizado en Serón hacia 1572, llegan  varios contingentes de labradores que conocedores de las penurias del campo, junto con las incertidumbres de la naturaleza, eligen a San Marcos como su “Señor” y protector de las cosechas. En pago a su protección, el gremio de los labradores decide construirle una ermita para celebrarle, en su día, una fiesta de misa y procesión. Para ello, reservan un bancal en el pago del Olivar, en las proximidades del camino real hacia Tíjola. Desde ese momento, el paraje se identifica con San Marcos y empieza así a ser referenciado: “…camino de San Marcos”, “calle pública que sale de la villa y va a San Marcos”, “cañada de San Marcos”…
San Marcos, protector de los labradores de Serón desde final del siglo XVI
San Marcos en su ermita

En 1606 ya se pensaba en hacerle la ermita pues en documentos testamentarios, aparecen donaciones para la obra del “Señor” San Marcos y para la celebración de su fiesta  en la ermita de la Virgen de los Remedios.  La construcción se prolongó, pese al esfuerzo del vecindario, pues en 1619 la cofradía de San Marcos continuaba recibiendo donaciones para la “obra”. Con la llegada a la vicaría de Serón del doctor Thomas Marín de Arriola, hecho que se produce hacia 1621-22, la construcción de la ermita toma un nuevo impulso y en 1626 ya estaba construida. Ello se deduce del documento[1] de venta ante el escribano público de Serón de fecha 20 de marzo, por el que  “Juan de la Eras compra un bancal de suerte que está en la huerta de esta villa debajo de la ermita del Señor San Marcos, con cinco nogueras y dos morales…”


La ermita de la Virgen de la Cabeza

Otro gremio importante a principios del siglo XVII fue el de los ganaderos, que en  1618 ya había constituido su  cofradía, la de la Virgen de la Cabeza. Su fundador fue Pedro Baillo, hijo de Pedro Baillo el viejo y yerno de Sebastián de  Bico.  Pedro Baillo el viejo, herrero de profesión, tenía una fragua (“fragua de Pedro Baillo”) situada “en la calle pública que sube de la plaza principal (plaza de Enmedio) a la ermita de los Remedios”. La fragua estaría en la actual calle Real, a la altura de los números 116-118 donde se inicia la cuesta que desde final del XVII empezó a conocerse como “cuesta Baillo”.

Ermita de la Virgen de la Cabeza, construida por los ganaderos de Serón hacia 1625

La ermita de Nuestra Señora de la Cabeza tuvo que construirse hacia 1625. Así se deduce de la Fundación de Memoria[2] que realiza Francisco Ramospor devoción a la Virgen de la Cabeza, ante el escribano público de Serón el dos de febrero de 1626, estando presente  el vicario de Serón, Thomas Marín de Arriola. En ella se indica que:
Por la devoción que los vecinos de Serón han tenido y tienen, principalmente los ganaderos, a Nuestra Señora de la Cabeza, le han fundado su cofradía y edificado los dichos ganaderos una ermita en el pinar del Chanco donde se ha de traer y poner la imagen de Nuestra Señora de la Cabeza.”
Más adelante, se dice: “Estoy haciendo vida de ermitaño en la dicha ermita y para que haya más devoción y se celebre su fiesta en cada año que es el último domingo de abril, fundo la memoria con la condición de hacer una procesión alrededor de la ermita llevando a la imagen de Nuestra Señora en ella y decir una misa cantada en la ermita con sus vestuarios de diáconos”.

La Memoria impone también que el mayordomo de la cofradía y ermita ha de ser ganadero, por ser ellos los fundadores. Para constituir la Memoria y pagar la celebración de la fiesta a los beneficiados de Serón, Francisco Ramos entregó 42 ducados a Pedro López Serrano, mayordomo de la cofradía de la Virgen de la Cabeza.

En la construcción de la ermita intervino Pedro González, maestro de albañilería y Domingo de Campos, carpintero y cofrade de la Virgen d la Cabeza. Esto se deduce de la lectura del testamento  de Pedro López Serrano, realizado en el año 1629.
“Debo a Pedro González por la obra de la ermita un ducado al día, se pague de la limosna. De la cofradía se pague a Domingo de Campos, carpintero, para que acabe la obra conforme a contrato”.

Era tal la devoción a la Virgen de la Cabeza que el 28 de abril de 1630 se celebró un asiento[3] de las cofradías de la ermita de la Virgen de la Cabeza con Bacares y Bayarque y capitularon en relación a su fiesta y sobre sacar la imagen y recorrido por Serón, Bacares y Bayarque.


[1] AHPAL, Pr. 4140, f. 137.
[2] AHPAL, Pr. 4140, fs. 49.
[3] AHPAL, Pr. 4144, fs. 137-138.



sábado, 4 de abril de 2015

Nuestra Señora de los Remedios, patrona de Serón (Almería) 
Más de cuatro siglos en su Ermita 

La devoción en España hacia la Virgen del Remedio o de los Remedios, viene manifestándose con gran arraigo desde el siglo XVI,  donde gran cantidad de Parroquias, Ermitas, Conventos, Cofradías y Hermandades llevan su nombre.  La Orden de la Santísima Trinidad (trinitarios) ha venerado con especial devoción, desde su origen,  a Nuestra Señora del Remedio. Uno de los lugartenientes que acompañó a don Juan de Austria tanto en la rebelión morisca en el Rio Almanzora (1570)  como en la batalla de Lepanto (1571), fue don Miguel de Moncada, patrón del Convento trinitario “Nuestra Señora del Remedio”, de Valencia.  En octubre de 1571, momentos antes de comenzar la batalla de Lepanto contra los turcos,  don Juan de Austria invocó a la Virgen del Remedio por indicación de Miguel de Moncada. Estos hechos me inducen a conjeturar que Serón  pudo unirse a esta devoción mariana desde estas fechas, donde es probable que las tropas de don Juan de Austria dejaran una imagen de la Virgen del Remedio para protección de los seronenses. Aunque es sólo una conjetura, no hay que olvidar que en los duros enfrentamientos que se produjeron en Serón, resultó herido de muerte don Luís de Quijada, salvando “milagrosamente” la vida don Juan de Austria. 

Imagen de Nuestra Señora de los Remedios
La Virgen de los Remedios tuvo que compartir su culto con otras advocaciones marianas, fundamentalmente con la Virgen del Rosario , San Marcos y la Virgen de la Cabeza del Monte.  También con la Virgen del Carmen, Virgen de los Dolores, San Cleofás y San Antonio de Padua. Desde principios del siglo XVII tenemos constancia de cuatro cofradías en Serón: Nuestra Señora del Rosario, del Remedio,  Santísimo Sacramento y Ánimas Benditas del Purgatorio.  También existía la cofradía de la Virgen de la Cabeza del Monte, siendo venerada en su ermita. Esta cofradía, constituida por los ganaderos de Serón, estaba vinculada a otras  de pueblos colindantes como Bacares y Bayarque.

Después de la expulsión de los moriscos de la cuenca del Almanzora, la villa de Serón se repuebla en 1572 con cristianos viejos y pobladores nuevos que llegan, fundamentalmente, desde distintos territorios del marqués de Villena como es el caso de Velasco Carrillo Coello, natural de Alarcón (Cuenca), llegando a ser gobernador y alcaide de Serón. Nuevos vecinos son también el matrimonio  Diego de Aponse y Ana Sánchez, naturales de Santa Cruz de la Zarza (Toledo). Para la fábrica de las herrerías, en el Valle, el marqués se trae a dos vizcaínos, Andrés de Zabaleta y a León de Amigo, oficial y maestro de herrerías.

Con los datos históricos que aporto y que dedico a todas las Remedios,  especialmente a mi abuela, madre, hermana y sobrina, quiero aproximarme a los siglos XVII y XVIII para poner de manifiesto que la Virgen de los Remedios  lleva protegiendo a los seronenses, desde su ermita, más de cuatro siglos, alcanzando el rango de Patrona  antes de 1725.


La Ermita de Nuestra Señora de los Remedios

De las distintas declaraciones recogidas en el libro de Gil Albarracín[1] sabemos que hacia final del siglo XVI los vecinos de Serón levantan una pequeña ermita para celebrar los oficios religiosos ya que el templo parroquial se encuentra en ruinas, casi en el suelo. En enero de 1606 el vicario y beneficiado de Serón, Luís Aguilar de Oliver, firma un documento[2] ante Juan Bautista Guevara, escribano público de Serón, del cual se deduce que la ermita tuvo que erigirse en honor a la Virgen de los Remedios. El texto comienza de la siguiente forma: “Estando en la ermita de Nuestra Señora de los Remedios en la villa de Serón, viernes a seis días del mes de enero de 1606…”


Documento firmado en 1606 por el vicario de Serón, Luís Aguilar de Oliver
Esta ermita serviría de iglesia parroquial durante más de tres décadas, concretamente hasta final de 1632, fecha en la que se termina de levantar el actual templo parroquial. Su ubicación fue fuera del recinto de la villa, al otro lado de la denominada "puerta de Almería",  puerta fin de pueblo que era la salida de la villa hacia los molinos harineros de la ribera del Bolonor y el camino de Almería, es decir, en la actual plaza de Los Remedios..
Así lo confirma el documento[3] de venta, fechado en 1615, donde Andrés de Aznar vende a Pedro López un trozo de tierra  con seis morales que él tiene encima del camino que va a Almería, a espaldas de la ermita”.

Lo confirma también el documento[4] de venta fechado el  21 de septiembre de 1618, donde el vecino de Serón, Gabriel Guerra, vende a Agustín Rodríguez una “casa de morada con un pedazo de huerto que tiene junto al mismo, en esta villa, linde la puerta, la plaza de la ermita y casa de Pedro Belez y el camino que va a Bononor.”

Más descripciones se pueden ver en otro documento[5] de 1633, donde Cristóbal de Quesada vende a Francisco López Valero, vecino  de la villa de Serón, “una casa de morada que el tiene en la plaza de Nuestra Señora de los Remedios que linda con casa de Pedro Baillo”. Más adelante  se indica que la casa está “a orilla de la plaza de la ermita de Nuestra Señora de los Remedios”. 


Ermita de Nuestra Señora de los Remedios
Según Francisco Cuadrado la actual plaza de Los Remedios fue un cementerio morisco, antes mudéjar y antes árabe, que fue dotado de una pequeña iglesia-ermita para sacralizarlo.  Con la  ermita en este lugar, se resolvían dos problemas: el culto religioso y el de los enterramientos. No hay que olvidar que la tradición cristiana en España (hasta comienzos del siglo XIX)  era el de enterrar a los difuntos dentro de las iglesias y en sus revellines. En el caso de Serón, su iglesia estaba caída y en su revellín no había más espacio para ello. La evidencia de estos enterramientos en la ermita se conoce por las obras que se llevaron a cabo en la década de 1970, donde tanto en la plaza como dentro de la ermita aparecieron cientos de esqueletos.

Su festividad siempre ha sido el 15 de Agosto
La escritura [6] de fundación de la Hermandad del Entierro de Cristo, llevada a cabo en Serón el 5 de marzo de 1633, recoge el acuerdo de los “hermanos” para trasladar la fiesta de la Asunción de Nuestra Señora al último domingo de septiembre,  puesto que: “en el día de Nuestra Señora se hace la fiesta en la ermita de Nuestra Señora de los Remedios de esta villa…”

Otro documento que pone de manifiesto la festividad de la Virgen lo tenemos en el documento [7] sobre fianza de cárcel, fechado en septiembre de 1797, donde se indica: “…Ignacio de Ortega, de esta vecindad, está preso en esta Real cárcel por la extracción del tambor en la Procesión de Nuestra Señora el día 15 del pasado Agosto”.


Patrona de Serón desde antes de 1725
Aunque está claro que la Virgen de los Remedios lleva protegiendo a los seronenses más de cuatro siglos, quedaría por datar en qué momento adquiere el rango de Patrona.  En 1760 ya lo era, lo confirma el testamento [8] que Francisca Ximenez Ortíz, vecina de Serón, realiza el uno de abril ante el escribano público Sr. González Jorquera. Francisca declara: “Tengo hecha promesa de hacer una cabeza de ceras al Señor San Cleofás  que se venera en la ermita de Nuestra Señora de los Remedios, Patrona de esta villa y no la he cumplido”.



En 1725, el  testamento [9] de Petronila Fernández, vecina de Serón,  recoge:
“…se diga una misa rezada a Nuestra Señora de los Remedios patrona de esta villa, la cual limosna se pague de mis bienes cuando muera”. 

 Florencio Castaño 


Referencias.
[1] Gil Albarracín, A. (1995) El templo parroquial de Serón en los territorios almerienses del marqués de Villena.
[2] AHPA, Pr-4123.
[3] AHPA, P-4132,  f. 178
[4] AHPA, Pr-4134, f. 498.
[5] AHPA, Pr1-4147, fs. 117-119.
[6] AHPA. Pr. 4147.
[7] AHPA. Pr. 4279.
[8] AHPA. Pr. 4157
[9] AHPA, P-4209,  f. 91v.



domingo, 29 de marzo de 2015

El Pozo de la Nieve  

Un paraje que sirvió de nevera para Serón (Almería) y sus alrededores

Los pozos de la nieve fueron construcciones para la conservación de la nieve y el hielo, productos que llegaron a ser bienes de primera necesidad para la población en cuanto a la conservación de alimentos y fines terapéuticos. Hoy día son el recuerdo de una actividad preindustrial que desaparecería hacía finales del siglo XIX.  Serón, por su climatología y carácter emprendedor de sus gentes, contó con un pozo de la nieve hasta el último tercio del siglo XIX. Construido por el Consejo de la villa, tenemos noticias de su actividad mediante el documento notarial[1]  fechado el 4 de abril de 1726 en Serón que recoge la obligación de “Phelipe del Castillo, arrendatario del pozo y vecino de Serón, de servir 600 arrobas de hielo durante el mes de agosto a Joseph Duarte, vecino de la ciudad de Vera,  por un importe de 750 reales”. Ubicado entre Jórvila y el Layón, el paraje se conoce, desde entonces, como Pozo de la Nieve.
Sirvan estas notas para recordar el uso y la manera de trabajar en este tipo de actividad, aportando, al mismo tiempo, algunos documentos que dejan constancia de su explotación. 

Antiguo "Pozo de la nieve" en Serón (Almería)
El comercio del frio generaba varios puestos de trabajo, aunque fuese durante unos meses. Los trabajadores en el pozo eran contratados por el arrendatario y su labor consistía en la preparación previa del pozo, llevar a cabo el proceso de almacenaje aprovechando las nevadas y finalmente,  sacar el hielo. Al llegar el verano las capas de hielo se partían en trozos y, durante la noche, envuelto en paja se trasladaba a los puntos de venta. 
   
Preparado y llenado del pozo[3]

A unos 50 centímetros de altura, sobre una base de troncos,  se preparaba un entramado de maderas planas, separadas entre sí unos 10 centímetros con la finalidad de que el agua filtrara por debajo y saliera por el desagüe. Sobre estas tablas se colocaba una capa de ramillas y otra de paja para dejar la base plana.
En la proximidad del pozo había un estanque o pileta, de poca profundidad, que se llenaba de agua al atardecer para que se congelara durante la noche. Al amanecer, este hielo se trasladaba al interior del pozo, formando una capa uniforme, apelmazándolo con pilones de madera. Cuando esta capa tenía un grosor entre 15 y 20 centímetros, se cubría con paja y se repetía la misma operación hasta el llenado del pozo. Finalmente, era fundamental aislar el interior del pozo, cerrando todas sus aberturas para evitar la pérdida de producto.   
Dibujo de los trabajos realizados en los pozos de la nieve. Archivo Comarca del Somontano de Barbastro
Teniendo en cuenta que la densidad del hielo es aproximadamente de 0.917 gr/cm3 y que el volumen, también aproximado, del pozo de Serón es de 30m3,  podemos decir que tendría una capacidad para poder albergar entre 2300 y 2500 arrobas de hielo.

Subasta del Pozo de la Nieve de Serón

En el Archivo Provincial de Almería (AHPA)  he encontrado  algunos documentos de los siglos XVIII y XIX  relativos al arrendamiento del pozo.  
Uno de ellos recoge que el mejor postor[2]  para el año 1800 del abasto de la nieve, carne, vino y aceite fue Joseph Martínez Espín siendo su fiador, Thomas León. El remate final se cerró en la cantidad de 1340 reales de vellón, 300 en el pozo de la nieve y 1040 en el resto.
Otro, corresponde al Edicto de Subasta para cubrir, durante el año 1801,  el abasto y puestos públicos en Serón. Firmado por Francisco Herrerías, escribano público,  el anuncio dice:
Se sacan a Pública subasta el Abasto de Carne, Aceite y Jabón, puestos Públicos: Pozo de la Nieve, oficio de almotacén, Horno de pan cocer,  Renta de Aguardiente, tierra de Eliar y Alcabala, con las condiciones que se publicarán en los Estrados. Quién quisiere hacer postura a cualesquiera de ellos, concurrirán a la Plaza de la Lonja el día siete del corriente mes a las once de su mañana. Y para que llegue a noticia de todos se fija el presente en Serón y diciembre, 5 de 1800. Rúbrica de Francisco Herrerías”.
Edicto de subasta de los puestos Públicos de Serón, incluido el Pozo de  la Nieve, en diciembre de 1800
El  Archivo Municipal de Serón guarda un expediente de subasta del pozo para el año 1846.  El primer edicto de subasta se publica el 2 de septiembre de 1845. La pública subasta se lleva a cabo  en la sala capitular del Ayuntamiento el 28 de septiembre, entre las 10 y 12 de la mañana, pero no hay licitadores.  Después de dos convocatorias más, una el 20 de octubre y la otra el 30 de noviembre, el expediente se cierra sin encontrar postor. Ya se empezaba a vislumbrar la no rentabilidad  y, por tanto, la gran dificultad para encontrar personas que pudieran encargarse de este abasto.
Cortijo en el paraje del Pozo de la Nieve
 
Expediente de subasta del Pozo de la Nieve de Serón para 1846

Florencio Castaño

Marzo, 2015

[1] AHPA, P-4210
2] AHPA, P-4283
[3] Ayuso Vivar, P. A. : "Pozos de nieve e hielo en el Alto Aragón"