lunes, 27 de agosto de 2012


El Cine "España" de Serón

Un lugar de entretenimiento para los seronenses de la posguerra
(publicado en el número 46 de la revista Al-Cantillo)

Estoy en la plaza del Ayuntamiento, frente a la actual Casa de la Cultura, en cuyos soportales está la sede del “Hogar del Pensionista”. Recuerdo que en su lugar, antes, existió el viejo cine del pueblo, el cine España, uno de los lugares más populares de encuentro y entretenimiento para toda la familia. ¡Cuántos domingos de mi infancia me senté en sus butacas! En mi mente quedan vivos los recuerdos de su magia. Porque ir al cine era mucho más que ver una película, era todo un ritual. La sesión comenzaba con el noticiero del NO-DO, obligatorio en aquellos tiempos, seguido de la película anunciada. Muchos paisanos recuerdan  “Escuela de Sirenas” y a su bella protagonista Esther Williams; las escenas en traje de baño estaban censuradas.


Antes de la guerra civil, también había cine en Serón, se llamaba Cine Villaespesa, en honor al poeta y dramaturgo almeriense D. Francisco Villaespesa, natural de Laujar de Andarax. En sesión del día 19 de julio de 1931, y ante la petición de D. Epifanio Fernández Pozo y D. Antonio Fernández Corral, dueños del Cine, la Corporación acuerda ceder gratuitamente y para la temporada de verano, los bancos propiedad del Ayuntamiento, comprometiéndose dichos señores a dar una función a beneficio de los obreros parados todos los sábados. Durante la guerra civil, aunque con menor regularidad, se siguió proyectando cine en la Ermita de la plaza de Arriba.

En agosto de 1939, el entonces alcalde de Serón, D. José Martínez Santiesteban, rehabilita el cine de la plaza y se le cambia el nombre. A partir de ese momento se llamaría “Cine España”, proyectándose películas de las distribuidoras: Atlantic-Films; Paramount-Films, S.A. y Radio Films, S.A.
A partir de diciembre de 1939, se firma un acuerdo con la distribuidora Cifesa (Compañía Industrial Films Española, S. A.).

                               Carta de Cifesa a los empresarios del Cine España, en octubre de 1939

La programación de películas en el primer semestre de 1940 fue la siguiente:
Canto del Ruiseñor (04-02); Nobleza Baturra (24-03); El Gato Montés (07-04); Cura de Aldea (21-04); La Hermana San Sulpicio (02-05); Morena Clara (23-05); La Hija del Penal (30-06).

Las películas venían acompañadas de documentales propagandísticos del año de la victoria (1939). Entre estos documentales estaban:
Santander es España, Entierro del General Mola, Sevilla rescatada, Desfile de la Victoria en Valencia, Frente de Aragón, La gran victoria de Teruel. Concretamente, hacia finales de diciembre de 1939 se proyectó el documental Hacia la nueva España.

En el cine se bebían “gaseosas”. La taquilla de los años 50 estaba por dónde hoy entramos al bar y las películas se anunciaban por carteleras y también por la megafonía del cine, en las funciones anteriores.
Desde el 23-02-1942 al 02-01-1959 el alcalde de Serón fue  D. Francisco Domene Martínez, conocido como  “Paco Tocina”. Como relata el Sr. Ávila en  seron.tv, “el alcalde llegaba al Cine, visitaba la taquilla y, cuando se dirigía para ocupar su asiento, sacaba un pañuelo blanco del bolsillo superior de su americana y ésta era la señal para que comenzara la proyección”.



Parte detallado con las películas exhibidas durante el tercer trimestre de 1959

Entre los años 1945 y 1948, la concesión del cine la tuvieron D. José Jiménez Vergara (Pepe “el de Julio”) y D. Antonio Cano Gea (Antonio “Levita”). El precio de la entrada era de 2 pesetas. Las proyecciones tenían muchos cortes porque cada vez que se terminaba un rollo de película había que cambiarlo por el que seguía y, en esto, se tardaba varios minutos. La cinta se reventaba de vez en cuando y para hacer los ajustes había que cortar un pedacito de la cinta, volviendo a unirla con acetona. La gente se desesperaba y la mayoría se ponía a gritar y a silbar.
Las filas estaban formadas por varias sillas de anea, unidas por barras. Detrás de la pantalla había algunos asientos a precio más económico, era el “gallinero”. Naturalmente, los rótulos los veían al revés.  Las proyecciones las hacían Julio Jiménez, su hijo Pepe  y  el “Cuco”.

Con objeto de atraer a los vecinos, después de cada proyección, se apartaban las sillas y se montaba un baile de una hora aproximadamente, con música amenizaba por el clarinete y saxofón de Pepe “el de Julio”.
También había representaciones de compañías de teatro clásico, por ejemplo, la compañía ambulante Genoveva de Brabante y también revistas (payasos, prestidigitadores,  cantantes de copla,…). Tanto las películas como los artistas llegaban al pueblo en el tren (el “frutero”). Normalmente, un 70% de lo obtenido en taquilla era para la compañía y el resto  para el empresario del Cine. Sobre 1948, el cine se encontraba muy deteriorado, cayéndose parte del techo, por eso, dejaron de proyectarse películas durante algún tiempo.
Durante el año 1954, el cine se volvió a renovar y la concesión la tomaron los cuñados D. Antonio Carrillo Jiménez y D. Davíd Martínez.



En este documento, el empresario del Cine España solicita, a la Delegación Provincial de Almería, la aprobación de la programación presentada.

Los días “señalados” se hacía baile, actuando, fundamentalmente la orquesta “Pepe” desde 1956. Estaba formada por Pepe “el de Julio”, D. Enrique Torreblanca Sorroche “Maqueque”, D. Epifanio Domene Corcera “Marconi”, D. Antonio Jiménez Herrerías “Antoñín” y Paco “el Currillo”. Últimamente se incorporarían dos nuevos músicos: D. Francisco Camacho que tocaba el contrabajo y D. Néstor Ávila la trompeta.
Tengo constancia de que durante la segunda quincena de septiembre de 1956, y con la dirección del maestro D. Miguel Zubeldia y su mujer “Doña Pepa”, se hizo una representación teatral donde participaron una gran cantidad de niños y niñas entre 6 y 11 años. La recaudación fue destinada a la Iglesia.

Quiero terminar indicando que todo el proceso de proyecciones y espectáculos, en el Cine, era controlado por la Delegación Provincial de Almería del Ministerio de Información y Turismo, vía un Inspector de espectáculos en Serón. Normalmente, esta labor la realizaba un oficial administrativo del Ayuntamiento que se encargaba de comunicar, a principio de cada mes, las películas proyectadas, velar por el cumplimiento de la normativa y comprobar que los empresarios pagaban las tasas establecidas.
El cine estuvo funcionando hasta, aproximadamente,  1975.

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