Las distintas cárceles en Almería (1870-1986)
Datos sobre sus ubicaciones, solares y procesos de construcción
En la segunda mitad del siglo XIX, la provincia de Almería contaba con
nueve cárceles de Partido (Judicial) instaladas en Almería, Berja, Canjayar,
Cuevas de Vera, Gérgal, Huércal-Overa, Purchena, Velez-Rubio y Vera. Las de Berja y Huércal-Overa actuaban, además, de correccionales. En este trabajo intento recoger parte de la historia de Almería a través de
sus cárceles. Se describen las distintas ubicaciones en Almería capital, así como todo
el proceso de búsqueda de solares y dificultades para su construcción. Destacar la lucha desarrollada por la sociedad almeriense para llevar a cabo
estos proyectos, incluyendo no sólo a las distintas administraciones y obispado
sino también a los distintos medios de comunicación.
La cárcel de Partido en la calle Real (1870-1925)
En 1870 la población reclusa de la cárcel de Almería estaba albergada en una
vieja casona, propiedad del Ayuntamiento, sita en la calle Real,
a la altura de la calle Gerona, actual número 84. En 1880, la prensa de la
época ya hablaba de las malas condiciones higiénicas del local, de su falta de
capacidad, de las pésimas condiciones de seguridad y del estado ruinoso de la
finca. En el artículo titulado “La cárcel”, el periodista escribe[1]:
“Urge que el proyecto que existe para la construcción de una nueva
cárcel, se traiga a la vista, y se arbitren las medidas para que, lo más pronto
posible, se construya aquella y desaparezca del centro de la población esa
verruga que hoy la afea, y del cual no salen los presos porque no lo tienen por
conveniente, pues cuando alguno de ellos ha querido espaciar el ánimo, ha
salido a la calle y hasta se ha presentado a los cafés y en el baile del San
Pedro”.
En mayo de 1890, el alarmante estado de la
cárcel es tratado en un Pleno del Ayuntamiento donde se analiza el informe
emitido por una Comisión nombrada al efecto y constituida por D. Plácido Langle
Moya, teniente de Alcalde; D. Sixto Espinosa Peralta, concejal y D. Fernando
Almansa Laynez como Síndico, calificando el edificio en estado de ruina y
aconsejando otra ubicación para la cárcel. Los miembros de la Comisión comentan:
“...se han realizado gestiones para encontrar otro local más seguro pero, desgraciadamente, no se ha encontrado ninguno que reúna las condiciones indispensables. El que reúne mejores condiciones es el “Ingenio de Montserrat”[3], pero los dueños piden la cantidad de cuarenta mil duros.”
En junio del mismo año, el Ayuntamiento eleva escrito[4]
al Director General de Establecimientos Penales para que por Real Orden se
nombre una Junta especial que se encargue de dirigir y organizar los trabajos
para la construcción de la nueva cárcel.
Mientras se crea o no la Junta solicitada, la Dirección General autoriza[5]
el traslado de los presos a otro local, encomendando al Ayuntamiento y a la
Diputación las gestiones para adquirir o proporcionar, en arrendamiento, un
edificio.
A final de diciembre se trasladan los presos a una nueva
casa-cárcel[6],
retirándose a su Cuartel la fuerza militar que, en los últimos meses, prestaba servicios de retén en el viejo edificio. Esta casa particular, también en la calle
Real y cerca de la anterior, pronto se convertiría también en un lugar que no reuniría las condiciones mínimas de
salubridad, higiene y seguridad personal.
Las características de este nuevo local con indicación del
número de dependencias, plantilla y sueldos
del personal aparecen en el informe
titulado “Las cárceles de España”[7],
publicado en 1893:
“El edificio hállese situado en una de las mejores calles de la capital,
encontrándose en pésimas condiciones de seguridad. Consta
de tres departamentos, dos de ellos en la planta baja para hombres, y uno en la
alta para mujeres, siendo sus dimensiones de diez por cuatro metros. Tiene dos
calabozos y un patio para los presos. Como dependencias tiene un despacho, sala
de Audiencia, sala de enfermería, habitación para comunicar los procesados con
sus abogados y otras varias. Sólo existe una alcoba para el Jefe y dos
habitaciones que utilizan los empleados en las noches de servicio. El alumbrado
es de aceite común para los departamentos y de petróleo para las dependencias. La plantilla está formada por el Jefe, dos
Vigilantes, un Médico, un Capellán y un Practicante con sueldos anuales de 1750, 831, 1500, 1500 y 231 pesetas,
respectivamente.”
Mientras tanto, la antigua cárcel termina de ser derribada
en agosto de 1891, dejando un solar de 630 m2. El derribo lo realiza
D. Francisco Fuentes Navarro, ganando la subasta por la cantidad de 240 pesetas. Finalmente, en junio de 1905, el solar de la vieja cárcel de la calle Real es enajenado por el Ayuntamiento, en subasta
pública, siendo adjudicado a D. Luís Gay.
En el BOPA del 11 de noviembre de 1904 aparece una convocatoria, que realiza la Junta, para la adquisición de terrenos. En ella se especifica que el solar debe tener cien metros de longitud o fachada y ciento diez de fondo, o sea, una superficie de 11.000 m2.
Finalmente, el tema del solar se
resuelve a favor del General D. José
Gómez-Pallete en la reunión del 16 de junio de 1909. La escritura de compra de
los terrenos se otorga el 9 de enero de 1910 ante el notario de Madrid, D. Genaro Martín Cruz. Firman D. Rómulo
Villahermosa, Presidente de la Audiencia, en representación de la Junta y D.
Felipe Gómez-Pallete Cárcel, en representación de su padre. El terreno está enclavado en el sitio denominado
“Peñicas de Clemente”, paraje Acequia Roa, cerca de la antigua ermita
de Montserrat del siglo XVII.
Intento de construir una nueva cárcel (1931-1936)
La no acabada cárcel de Gachas Colorás iba a tener un corto recorrido de actividad. Uno de los objetivos del Ayuntamiento republicano de Almería fue el de construir una cárcel provincial adecuada para la ciudad. En noviembre de 1934, el arquitecto de la Dirección general de Prisiones y el alcalde, Sr. Alemán Illán, visitan una terreno cerca del Manicomio y otro en las proximidades de El Zapillo. Esta última ubicación es duramente contestada por los vecinos de la barriada a través de la Sociedad "Sol". Se pide que no se construya en las proximidades del mar por lo negativo para el desarrollo turístico de la zona [23]. Durante el año 1935 se hacen gestiones sobre otros solares. Este asunto queda paralizado después de las elecciones de febrero de 1936.
La cárcel de Gachas Colorás fue utilizada para albergar a detenidos en las primeras semanas de la guerra civil. Debido a su pequeña capacidad pronto sobrevino el hacinamiento y se tuvieron que arbitrar otros edificios para prisión. El 14 de agosto, además de la cárcel de Gachas Colorás, existían en Almería otras tres; las instaladas en los buques "Capitán Segarra" y "Astoy-Mendi", junto con el convento de las Adoratrices. Avanzado el año 1937, la cárcel provincial quedó exclusivamente para mujeres, llevando a los hombres a otros lugares. Como cárcel de mujeres permaneció hasta final de 1943, momento en el que se habilita la nueva cárcel provincial de la Carretera de Níjar (enfrente del actual Seminario Diocesano), quedando la vieja cárcel provincial para presos enfermos de tracoma. En 1957, la cárcel de Gachas Colorás se rehabilita y se convierte en Hogar Municipal de Clasificación de Menores.
La Cárcel Provincial en la carretera de Níjar (1943-1986)
En Septiembre de 1920, ante la situación insostenible en la
casa-cárcel preventiva de la calle Real, ésta es declarada en estado ruinoso por
el Ayuntamiento, produciéndose una reubicación de los presos en las cárceles de Berja y Huércal-Overa[8].
La cárcel Provincial en “Gachas Colorás” (1925-1943)
La primera cárcel construida en Almería con carácter Provincial fue la
situada en el paraje de “Gachas Colorás”,
lugar donde se ubica actualmente el Centro
Municipal de Acogida “Nueva Andalucía”.
Inaugurada en junio de 1925, se tardó
más de trece años en construirse y al final sólo se llevó a cabo la tercera parte de lo proyectado. Por tanto, fue una cárcel de muy pequeña
capacidad. Después de los primeros meses
de la guerra civil y una vez habilitada la cárcel del Ingenio, quedó como cárcel de mujeres, siendo
conocida, desde entonces, como la cárcel
de mujeres de Gachas Colorás.
Con motivo de las fuertes inundaciones que sufre Almería el
11 de septiembre de 1891, visita la ciudad el Ministro de la Gobernación D. Francisco Silvela, quién además de comprobar in situ los destrozos y carencias de
Almería, giró visita al Hospital y al edificio destinado a cárcel de Partido.
Las insistente petición por parte de las instituciones
locales de Almería, en relación a la creación de una Junta especial para la
construcción de una nueva cárcel, fue atendida por el Sr. Silvela, consiguiendo
que se creara, por Real Decreto de 22 de octubre de 1891[9],
una Junta que se denominará de Inspección, Vigilancia y Administración de las obras de la nueva cárcel. Estaba
compuesta por el Obispo de la Diócesis, actuando de Presidente, el Gobernador
Civil, como Vicepresidente y además, el Presidente y Fiscal de la Audiencia, el
Presidente de la Diputación, el Alcalde, el Juez de 1ª Instancia, un Senador,
un Diputado a Cortes por la provincia, un Diputado provincial, un Concejal, el
Decano del Colegio de Abogados, un Arquitecto y un Médico Forense.
La Junta no empezó a
funcionar hasta mayo de 1894, fecha en la que se aprueba el Reglamento de la
Junta de Cárceles. En la primera reunión
se encarga al arquitecto municipal, D. Trinidad Cuartara, una Memoria sobre la
nueva cárcel de Almería. Esta Memoria[10]
se presenta el 31 de julio de 1894, dejando claro el Sr. Cuartara que el
proyecto contempla el desarrollo de una
cárcel para Almería con el triple objetivo de ser cárcel Provincial, de Partido y Depósito Municipal (prevención).
En ella se indica que
para la elección del solar hay que tener en cuenta una buena orientación, la facilidad para dotar
de agua el establecimiento y la facilidad para la evacuación de todas sus
deyecciones. El Sr. Cuartara indica distintas zonas donde existen terrenos. Uno de ellos es en los alrededores
de la fábrica de fundición “La Maquinista”. Para
una cárcel con capacidad de 320 penados,
el solar debería ser de 32.000 m2 y el importe de la
construcción (incluido solar) ascendería a setecientas mil pesetas.
Actual Centro Municipal de Acogida “Nueva Andalucía”,
terrenos donde estuvo la cárcel de Gachas Colorás
A la vista de la Memoria, la Junta decide que el costo de
la nueva cárcel no debe exceder de trescientas mil pesetas y debe construirse sobre un solar de 10.000 m2. Esto suponía adaptar los planos presentados por el Sr. Cuartara.
En 1901, D. Gabriel Pradal Gómez presenta una Memoria[11]
sobre planes urbanísticos que necesita Almería. Esta memoria es premiada por el
Ayuntamiento, Cámara de Comercio y Círculo Mercantil. Contempla la construcción
de una cárcel celular, adaptada a los requerimientos de la Junta por un
presupuesto total de 324.119 pesetas.
Gabriel Pradal y Trinidad Cuartara
En el BOPA del 11 de noviembre de 1904 aparece una convocatoria, que realiza la Junta, para la adquisición de terrenos. En ella se especifica que el solar debe tener cien metros de longitud o fachada y ciento diez de fondo, o sea, una superficie de 11.000 m2.
Para encontrar esas medidas había que alejarse de la
ciudad, buscando, además, un lugar con agua o por lo menos, donde fuese
asequible llevarla. Un buen lugar sería en
la Vega existente entre la barriada de Los Molinos (de Viento), el Diezmo, Peñicas de Clemente y el ferrocarril,
pues aquí existía un antiguo pilar de
agua, denominado Pilar del Diezmo y
un lavadero público.
A final de 1906 sale a subasta pública el solar, en la
calle Javier Sanz, del edificio denominado “Almacenes
Mac-Murray”[12], solar que pertenecía a la “Comisaría Regía de Consuegra y Almería”.
Como las distintas subastas para conseguir un solar habían quedado desiertas, la
Junta pide al Estado la cesión del solar, argumentando que llevar a cabo el proyecto de cárcel a un
lugar alejado de la ciudad era una utopía.
Sin embargo, si se adapta el proyecto
a las proporciones del solar Mac-Murray,
ésta podría ser en breve, la nueva cárcel de Almería[13].
Entre los motivos que la Junta argumenta
para rechazar la zona de la vega figuran
lo costoso del proyecto, la distancia
a la población que obligaría al
establecimiento de coche celular y
guardias, la falta de agua para el
funcionamiento de la prisión (en estos momentos la canalización era costosa) y
los graves peligros a la salud pública
que podría acarrear la apertura
de los pozos negros en una zona de
huertas. Hay que decir que se consigue detener la
subasta pero al final la Junta no consigue el terreno.
Junto a la presión de la prensa
local que continua exigiendo la salida
de los presos de la cárcel de la calle Real, se une la Memoria que presenta el
21 de enero de 1908, don Lorenzo del
Fresno, Presidente de la Audiencia, sobre las cárceles en Almería correspondiente
al año 1907[14].
En ella
indica que “la cárcel de Almería
constituye una vergüenza para la ciudad y una constante preocupación y un
permanente remordimiento en las autoridades que luchan contra la Naturaleza y
contra lo imposible. Hay un proyecto de cárcel cuyo presupuesto es de 325.119
pesetas, una Junta encargada de llevarla a cabo pero el Estado no ha
subvencionado nada. El proyecto es una ilusión”.
El Cardenal Casanova Marzol y el General Gómez-Pallete
La vacante por la muerte del Obispo de Almería, D. Santos Zárate Martínez, es cubierta por el
Prelado D. Vicente Casanova y Marzol[15],
llegando a Almería el 4 de abril de 1908.
Desde su toma de posesión defendió los intereses de Almería y, en
particular, se interesó por las
condiciones inhumanas de la vieja cárcel. Como nuevo Presidente de la Junta, supo imprimir a ésta
gran actividad en la búsqueda de terrenos definitivos para la rápida
construcción de la nueva cárcel.
Así, el 13 de abril de 1908, don Vicente Casanova y Marzol traslada al Ministro de Gracia y Justicia el
acuerdo de la Junta por la que se solicita la autorización del Ministerio para
reducir a 10.000 m2 los 11.000 m2 que se juzgaban
necesarios para el enclavamiento de la nueva cárcel, indicando que después de
varios concursos el solar ofrecido por D. Ramón Fernández Viruega, médico
forense y miembro de la Junta, es el único de los propuestos que reúne las
condiciones.
Prelado Vicente Casanova y Marzol, Obispo de Almería
Este señor ofrece el solar a
razón de 2.50 pesetas el m2.
La contestación por parte del Ministerio no se hace esperar, llegando la
autorización el 20 de abril.
Cuando parecía que la Junta tenía
“un solar”, entra en juego el General de
División, D. José Gómez- Pallete[16],
propietario de grandes extensiones de terreno colindantes con los del médico
forense, Sr. Fernández, y ofreciendo
terrenos a un muy buen precio. Es en la
reunión de la Junta de 11 de mayo de 1908, donde el Secretario comunica que el Sr. Gómez Pallete ofrece los 11.000 m2 a 11.000 pesetas, es
decir a 1 peseta el m2 en vez de las 2.50 pedidas por el Sr. Fernández.
Esto crea discrepancias en la Junta, unos defendiendo
los acuerdos adoptados y ratificados por el Ministerio sobre la adquisición del
solar del Sr. Fernández Viruega y otros, aprovechando que no se habían
escriturado los terrenos, decantándose
por los intereses generales de la ciudad y, en este sentido, aceptando la mejor oferta del Sr. Gómez
Pallete.
Un año después, el tema del solar
seguía sin resolverse, pues otras personas seguían ofreciendo terrenos que mejoraban
las condiciones del Sr. Gómez Pallete.
Así aparece en el acta de la reunión de la Junta celebrada el 20 de mayo
de 1909, donde se da cuenta de un escrito firmado por D. Francisco González y D. Andrés Millé,
ofreciendo una extensión de terreno de 11.000 m2 al precio de 75 céntimos el m2, ubicado a espaldas del “fielato”[17] de la Vega, en las inmediaciones del Manicomio de "San José" (actualmente, IES "Albaida").
Tratado sobre “trigonometría
esférica” elaborado por el General Gómez-Pallete para las academias de Artillería e Ingenieros. Foto del
General en 1900
Ante la negativa del arquitecto
municipal Sr. Cuartara, alegando mucho trabajo y pocos empleados, será el Arquitecto provincial D. Enrique López Rull
quien elabore el proyecto y pliego de condiciones para la construcción del
edificio, dividido en tres secciones;
la primera presupuestada en 114.884
pesetas, la segunda en 174.128 y la
tercera en 164.220.
La adjudicación de las obras se
realiza el 19 de febrero de 1912 a favor de D. Cristóbal Amate Alías,
otorgándole escritura.
Colocación de la Primera Piedra
La ceremonia de bendición y colocación de la primera piedra
de la nueva cárcel se llevó a cabo la
tarde del 9 de abril de 1912. La prensa del día siguiente recoge, con todo
detalle, tan emotivo y esperado momento[18].
“A las 5 de la tarde la marcha de Infantes ejecutada por la banda municipal,
anuncia la presencia del Sr. Obispo don Vicente Casanova y Marzol en el solar destinado a la nueva cárcel,
cerca de la ermita de Montserrat, en el paraje denominado Peñicas de Clemente.
El Sr. Obispo procedió a bendecir la
piedra que ostentaba una cruz labrada en cada una de sus superficies…”
“El acta que hace referencia a la ceremonia está escrita en un
pergamino, siendo firmada por el obispo; gobernador civil, don Ricardo Pérez
Gironés; presidente de la Audiencia, don Rómulo Villahermosa; fiscal, Sr. Castro; vicepresidente de la
Diputación, Sr. Trujillo; arquitecto de las obras, Sr. López Rull; médico
forense, don Ramón Fernández Viruega;
alcalde, don Braulio Moreno Gallego;…..”
“El pergamino junto con varias monedas de plata y cobre se encerró en un
tubo de plomo que habría de incrustarse en la piedra. Esta ha quedado colocada
bajo la jamba derecha de la puerta que dará entrada por el rastrillo al
departamento de presos en comunidad”.
El largo camino hasta su puesta en marcha (1912-1925)
Las obras habían comenzado pero
pronto se vería que el proceso de construcción iba a ser largo. A los pocos
meses de la colocación de la primera piedra, la falta de recursos de la Junta
se pone de manifiesto. Es en la reunión que la
Junta celebra el 1 de junio de 1912,
presidida por el Gobernador civil, Sr. Pérez Gironés, por ausencia del Obispo
Casanova, donde se da cuenta que durante
el mes de mayo se gastaron, en la cárcel, 4.045.74 pesetas que fueron abonadas por la existencia de 6.055 pesetas en la cuenta del
Banco de España.
A principios de 1917 la parte del
edificio que hay construido está a falta de la techumbre que es costosísima por la carestía, en ese momento, de
los hierros.
A final de mayo de 1917 se habían
invertido alrededor de 20.000 pesetas sobre la contrata de la
primera sección que era de 114.884 pesetas y quedaban disponibles 6.000,
aproximadamente.
A esta lucha de querer y no poder,
se suma la queja de los vecinos de las barriadas de Los Molinos de Viento y
Diezmo que ven como se van a llevar, para la nueva cárcel y matadero, el agua
del Pilar del Diezmo.
A final de 1920, el contratista de obras era D. Manuel Vicente Moreno. Después de darle un ultimátum para terminar sus trabajos, la Junta le rescinde el contrato en julio de 1921.
A final de 1920, el contratista de obras era D. Manuel Vicente Moreno. Después de darle un ultimátum para terminar sus trabajos, la Junta le rescinde el contrato en julio de 1921.
Para la terminación de las obras
se realiza una nueva subasta que es adjudicada en febrero de 1924.
“El 1 de febrero de 1924 se verifica subasta en Madrid para la
habilitación de la cárcel de Almería. Presentaron pliegos D. Manuel Vicente
Moreno y D. Eduardo López Redondo,
siendo adjudicada a éste último[19].”
Recepción de obras y traslado de presos
En la mañana del 30 de enero de
1925 llegan, procedentes de Madrid, el jefe de negociado de obras de la
Dirección de Prisiones, don José Picazo, en representación del Inspector
General, D. Fernando Cadarso Manzano, y
los arquitectos D. Vicente Agustí Viguero y D. Juan Álvarez Mendoza. Estos señores, en unión del contratista de las
obras, D. Eduardo López Redondo y el jefe de la Prisión, D. Manuel Blanco, se
trasladan a la nueva cárcel y después de reconocidos los trabajos ejecutados se procedió a la firma del acta de recepción
definitiva de la nueva Prisión Provincial de Almería[20].
La Crónica Meridional, en su artículo “La nueva cárcel”[21], se felicita por la recepción definitiva de
las obras pero se lamenta de que después de 13 años, desde la colocación de la
primera piedra, la nueva cárcel no llene el ideal que se persiguió por la
Junta en un principio.
“Aun cuando la Cárcel esté en disposición de que sean alojados los
presos, no se debe desistir de ampliar las obras ejecutadas, que dejan sin
terminar el proyecto que dio margen a esta edificación, y que por falta
material de dinero se ha reducido en más de la mitad… Además del piso bajo
edificado hoy, existía un principal y además en el solar delantero se ponían
otras edificaciones.”
La orden de la Dirección General de Prisiones autorizando el traslado de la población reclusa a la nueva cárcel es recibida los primeros días de junio por el Jefe de la Prisión, D. Manuel Blanco.
La orden de la Dirección General de Prisiones autorizando el traslado de la población reclusa a la nueva cárcel es recibida los primeros días de junio por el Jefe de la Prisión, D. Manuel Blanco.
“En la madrugada del 17 de junio de 1925, custodiados por la Guardia Civil, se ha producido el traslado de presos a la nueva, construida en las afueras de la población [22].
Intento de construir una nueva cárcel (1931-1936)
La no acabada cárcel de Gachas Colorás iba a tener un corto recorrido de actividad. Uno de los objetivos del Ayuntamiento republicano de Almería fue el de construir una cárcel provincial adecuada para la ciudad. En noviembre de 1934, el arquitecto de la Dirección general de Prisiones y el alcalde, Sr. Alemán Illán, visitan una terreno cerca del Manicomio y otro en las proximidades de El Zapillo. Esta última ubicación es duramente contestada por los vecinos de la barriada a través de la Sociedad "Sol". Se pide que no se construya en las proximidades del mar por lo negativo para el desarrollo turístico de la zona [23]. Durante el año 1935 se hacen gestiones sobre otros solares. Este asunto queda paralizado después de las elecciones de febrero de 1936.
La cárcel de Gachas Colorás fue utilizada para albergar a detenidos en las primeras semanas de la guerra civil. Debido a su pequeña capacidad pronto sobrevino el hacinamiento y se tuvieron que arbitrar otros edificios para prisión. El 14 de agosto, además de la cárcel de Gachas Colorás, existían en Almería otras tres; las instaladas en los buques "Capitán Segarra" y "Astoy-Mendi", junto con el convento de las Adoratrices. Avanzado el año 1937, la cárcel provincial quedó exclusivamente para mujeres, llevando a los hombres a otros lugares. Como cárcel de mujeres permaneció hasta final de 1943, momento en el que se habilita la nueva cárcel provincial de la Carretera de Níjar (enfrente del actual Seminario Diocesano), quedando la vieja cárcel provincial para presos enfermos de tracoma. En 1957, la cárcel de Gachas Colorás se rehabilita y se convierte en Hogar Municipal de Clasificación de Menores.
La Cárcel Provincial en la carretera de Níjar (1943-1986)
A partir de 1940, el Ayuntamiento
se plantea la compra de distintos terrenos para poder cederlos al Estado
y así construir distintos edificios. Uno
de ellos fue el solar para edificio del Gobierno Civil[24]
y otro para la construcción de la tan necesaria cárcel provincial. El solar para cárcel fue comprado a D. Manuel Asensio Cruz ofreciéndole 5 pesetas por m2. El terreno formaba parte de la finca
denominada “Huerta Alta”, en el pago del Perú y junto a la carretera de Níjar. Los términos de su compra aparecen en el pleno
de 24 de agosto de 1940[25],
siendo otorgada escritura en Almería, ante el notario D. José María Reyes. Los terrenos corresponden al solar que hoy
ocupa el nuevo edificio de la Jefatura de la Policía Municipal. En 1952, enfrente
de la cárcel, se construiría el actual Seminario Diocesano[26].
A final de 1940 ya se
estaba construyendo la cárcel con un presupuesto de dos millones y medio de
pesetas (quince mil euros). En enero de 1941, el periódico “Yugo” se hacía eco del progreso en las obras, donde trabajaban
cerca de 700 obreros.
“Nos es grato resaltar
el gran número de personas que han encontrado ocupación. Los turnos, uno de día
y otro de noche, absorben 400 obreros el primero y 100 el segundo. A parte de
estos, trabajan 130 canteros y picapedreros sin contar los 30 o 40 que se emplean
en el transporte del material”.
Trabajos en la construcción de la cárcel de la Carretera de Níjar, enero de 1941
Construida la nueva cárcel a principios de 1943, el Ayuntamiento se sorprende al tener
conocimiento de que, por parte de la Dirección General de Prisiones, existe el
proyecto de destinarla para internar a los refugiados extranjeros, dejando, de
momento, la cárcel del Ingenio para el resto de presos. En este sentido, en la
sesión del Pleno de dos de junio de
1943, la Corporación aprueba elevar instancia
al Ministro de Justicia, al Director General de Prisiones y al Ministro
de Industria, argumentando[27]:
“…Que si esto se lleva
a la práctica, se desvirtúa por completo el fin del Excmo. Ayuntamiento al
ceder al Estado el solar de la cárcel nueva, puesto que lo hizo con miras a que
quedase libre el Ingenio (actual cárcel) para que en él se pudiese instalar la
nueva industria de ácido sulfúrico y superfosfatos que tanto aliviaría el paro
obrero en la ciudad y que de esta forma se impide un desarrollo industrial”.
La contestación del Sr. Director General de Prisiones se
recibe el 28 de junio, indicando que[28]:
“No es posible acceder a su petición pues
por encima del interés local de esa capital se encuentra el interés
internacional de España de que los extranjeros sean bien instalados y no
puedan, con fundamento, continuar escribiendo en desprestigio de nuestra
querida Patria. En cuanto a que se deje libre la Fábrica que hoy se dedica a
Prisión puedo asegurarle que se estudia el medio de llevarlo a efecto y en
plazo breve será evacuada totalmente.”
Hacía final de 1943 se evacua el Ingenio y la empresa “Productos Químicos Ibéricos S. A.” pone
en marcha su fábrica durante 1944, siendo su Director, D. Manuel López Echevarría.
Frente a la cárcel se construiría el Campo de Deportes
“MotoAznar”, inaugurándose el domingo 4 de noviembre de 1945 con el partido de
fútbol entre el C.D. MotoAznar (Almería)
y el Atlético Aviación (Granada)[29].
La antigua cárcel de la carretera de Níjar utilizada como escenario de
una película
La cárcel provincial de la carretera de Níjar termina su
andadura el 15 de julio de 1986, día en el que se realiza la operación de
traslado de la población reclusa a la actual
cárcel de alta seguridad El Acebuche.
Florencio Castaño
Iglesias
[1] La Crónica Meridional, 14/05/1880.
[2] Archivo Municipal Almería (AMA), Acta Pleno Ayuntamiento, 19/05/1890.
[3] Este local se inaugura en 1885 como fábrica de azúcar con el nombre “Nuestra Señora de Montserrat”.
[4] AMA, Acta Pleno Ayuntamiento, 30/06/1890.
[5] AMA, Acta Pleno Ayuntamiento, 15/09/1890.
[6] En enero de 1930, D. Miguel Tijeras Román eleva escrito al Gobernador Civil sobre cobro de una cantidad que se le adeuda por los alquileres de la casa en dónde estuvo la cárcel en la calle Real.
[7] Las Cárceles de España (1893) por Narciso Guillén Andreu y Arturo López Camio.
[8] ABC (Madrid), 24/09/1920.
[9] BOPA, 29/10/1891.
[10] La Crónica Meridional, 19/08/1894.
[11] El Radical, 10/02/1906.
[12] Antiguo almacén de esparto. En este solar se edificaría, años más tarde, la Escuela de Artes y Oficios, actual IES Celia Viñas.
[13] El Radical, 18/01/1907.
[14] La Independencia, 23/01/1908.
[15] Después de 13 años como Obispo de Almería, marcha a Granada en 1921. Años más tarde sería nombrado Cardenal y en 1925, Arzobispo de Granada. Fallece el 23 de octubre de 1930 en Zaragoza, siendo enterrado en Granada (La Independencia, 24/10/1930).
[16] El General de División José Gómez Pallete era, en esa época, Comandante general de Ingenieros de la 1ª Región. En febrero de 1911 es nombrado Gobernador Militar de Menorca hasta su pase a la Reserva, en 1913.
[17] Nombre popular que recibían las casetas de cobro de los arbitrios y tasas municipales sobre el tráfico de mercancías que entraban en las ciudades.
[18] La Independencia, 10/04/1912.
[19] La Independencia, 08/02/1924.
[20] La Independencia, 31/01/1925.
[21] La Crónica Meridional, 31/01/1925.
[22] El Siglo Futuro: 17/06/1925.
[23] La Crónica Meridional, 21/11/1934.
[24] El terreno, propiedad de Dª Carmen González Egea y D. Alfredo Esteller Rodríguez, estaba situado entre las calles Arapiles, Gerona y la que entonces se proyectaba con el nombre de López Falcón. Tenía una extensión de 10.281 m2 y se compra a 85 pesetas el m2 (Yugo, 13/03/1942).
[25] AMA, Acta Pleno Ayuntamiento, 24/08/1940; BOPA, 04/09/1943.
[26] De esta forma, la Iglesia estaba cerca del sufrimiento de presos, enfermos (hospital Bola Azul) y enfermos mentales (Manicomio).
[27] AMA, Acta Pleno Ayuntamiento, 02/06/1943 (pág. 41).
[28] AMA, Acta Pleno Ayuntamiento, 30/06/1943 (pág. 73).
[29] Yugo, 26/09/1944.
Buen trabajo. Gracias por el trabajo y esfuerzo
ResponderEliminarHola buenos días. ¿Podría conseguir yo más información sobre el Dr. Fernandez Viruega del que habla?. Supongo que una foto será imposible. También hizo la autopsia al niño Bernando en el crimen de Gádor de 1910.
ResponderEliminarMuchas gracias