El Pozo de la Nieve
Un paraje que sirvió de nevera para
Serón (Almería) y sus alrededores
Los pozos de la nieve
fueron construcciones para la conservación de la nieve y el hielo, productos
que llegaron a ser bienes de primera necesidad para la población en cuanto a la
conservación de alimentos y fines terapéuticos. Hoy día son el recuerdo de una
actividad preindustrial que desaparecería hacía finales del siglo XIX. Serón, por su climatología y carácter
emprendedor de sus gentes, contó con un pozo de la nieve hasta el último tercio
del siglo XIX. Construido por el Consejo de la villa, tenemos noticias de su
actividad mediante el documento notarial[1]
fechado el 4 de abril de 1726 en Serón que
recoge la obligación de “Phelipe del
Castillo, arrendatario del pozo y vecino de Serón, de servir 600 arrobas de
hielo durante el mes de agosto a Joseph Duarte, vecino de la ciudad de
Vera, por un importe de 750 reales”.
Ubicado entre Jórvila y el Layón, el paraje se conoce, desde entonces, como Pozo de la Nieve.
Sirvan estas notas para recordar el uso y la manera de
trabajar en este tipo de actividad, aportando, al mismo tiempo, algunos
documentos que dejan constancia de su explotación.
Antiguo "Pozo de la nieve" en Serón (Almería) |
El comercio del frio generaba varios puestos de trabajo,
aunque fuese durante unos meses. Los trabajadores en el pozo eran contratados
por el arrendatario y su labor consistía en la preparación previa del pozo,
llevar a cabo el proceso de almacenaje aprovechando las nevadas y
finalmente, sacar el hielo. Al llegar el
verano las capas de hielo se partían en trozos y, durante la noche, envuelto en
paja se trasladaba a los puntos de venta.
Preparado y llenado del
pozo[3]
A unos 50 centímetros de altura, sobre una base de
troncos, se preparaba un entramado de
maderas planas, separadas entre sí unos 10 centímetros con la finalidad de que
el agua filtrara por debajo y saliera por el desagüe. Sobre estas tablas se
colocaba una capa de ramillas y otra de paja para dejar la base plana.
En la proximidad del pozo había un estanque o pileta, de poca
profundidad, que se llenaba de agua al atardecer para que se congelara durante
la noche. Al amanecer, este hielo se trasladaba al interior del pozo, formando
una capa uniforme, apelmazándolo con pilones de madera. Cuando esta capa tenía
un grosor entre 15 y 20 centímetros, se cubría con paja y se repetía la misma
operación hasta el llenado del pozo. Finalmente, era fundamental aislar el
interior del pozo, cerrando todas sus aberturas para evitar la pérdida de
producto.
Dibujo de los trabajos realizados en los pozos de la nieve. Archivo Comarca del Somontano de Barbastro |
Teniendo en cuenta que la densidad del hielo es
aproximadamente de 0.917 gr/cm3 y que el volumen, también
aproximado, del pozo de Serón es de 30m3, podemos decir que tendría una capacidad para
poder albergar entre 2300 y 2500 arrobas de hielo.
Subasta del Pozo de la
Nieve de Serón
En el Archivo Provincial de Almería (AHPA) he encontrado algunos documentos de los siglos XVIII y XIX relativos al arrendamiento del pozo.
Uno de ellos recoge que el mejor postor[2]
para el año 1800 del abasto de la nieve,
carne, vino y aceite fue Joseph Martínez Espín siendo su fiador, Thomas León.
El remate final se cerró en la cantidad de 1340 reales de vellón, 300 en el
pozo de la nieve y 1040 en el resto.
Otro, corresponde al Edicto de Subasta para cubrir, durante
el año 1801, el abasto y puestos públicos
en Serón. Firmado por Francisco Herrerías, escribano público, el anuncio dice:
“Se sacan a Pública
subasta el Abasto de Carne, Aceite y Jabón, puestos Públicos: Pozo de la Nieve,
oficio de almotacén, Horno de pan cocer, Renta de Aguardiente, tierra de Eliar y
Alcabala, con las condiciones que se publicarán en los Estrados. Quién quisiere
hacer postura a cualesquiera de ellos, concurrirán a la Plaza de la Lonja el
día siete del corriente mes a las once de su mañana. Y para que llegue a
noticia de todos se fija el presente en Serón y diciembre, 5 de 1800. Rúbrica
de Francisco Herrerías”.
Edicto de subasta de los puestos Públicos de Serón, incluido el Pozo
de la Nieve, en diciembre de 1800
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El Archivo Municipal
de Serón guarda un expediente de subasta del pozo para el año 1846. El primer edicto de subasta se publica el 2 de
septiembre de 1845. La pública subasta se lleva a cabo en la sala capitular del Ayuntamiento el 28
de septiembre, entre las 10 y 12 de la mañana, pero no hay licitadores. Después de dos convocatorias más, una el 20
de octubre y la otra el 30 de noviembre, el expediente se cierra sin encontrar
postor. Ya se empezaba a vislumbrar la no rentabilidad y, por tanto, la gran dificultad para
encontrar personas que pudieran encargarse de este abasto.
Cortijo en el paraje del Pozo de la Nieve |
Florencio Castaño
Marzo, 2015